Pues nada…  no es que esté de moda hablar del consumo local, sin embargo; el menos en nuestra ciudad (como en muchas otras) las empresas transnacionales (si esas grandotas que ofrecen mucho) llegaron para quedarse, hablamos de tiendas comerciales de autoservicio, empresas de necesidades básicas que encuentras en todos lados (ajam…. Oxxo’s, triple B, neto, etc). Las cuales claro que dan empleo (mal pagado, por cierto) a cierto número de personas y eso se refleja en un beneficio de ingresos. Sin embargo…. (como en todos lados hay un, pero) el dinero que se generan de las ventas de sus productos o servicios, se va a otro lado y no se queda en nuestra comunidad. Cada vez que nosotros vamos y compramos a establecimientos ya mencionados, esa lana que pagamos se va a monterrey (de donde son los oxxo’s por ejemplo) y otros países (como el caso de las empresas de autoservicio. Esa economía no nos ayuda ni nos permite crecer como región. Muy al contrario, hace que la tienda de la esquina de la familia que han sido tus vecinos por largos años, simplemente desaparezca.

Cuando consumimos de manera local (la tienda de Don José, la panadería de Don Jacinto, la tortillería de la familia Hernández, la carnicería de Doña Lety, etc por poner ejemplos) hacemos que Don José vaya a surtirse a la abarrotera que está en la central de abastos de nuestra ciudad; que Don Jacinto compre la harina en los negocios de nuestra misma ciudad; y así crear un consumismo colectivo que beneficia por lo menos a 5 negocios incluyendo al productor local. Y ese dinero resultado de ese consumo lineal; si se queda en nuestra población. Las empresas transnacionales y las tiendas de conveniencia, claro que cumplen una función, pero tendríamos que pensar más en los negocios de origen. Podemos hacer un consumo a las grandes empresas, pero el mayor consumo que tendríamos que hacer es a los pequeños que están día a día; intentando no morir en esta disparidad de competencia. Apoyemos al comercio local ayudemos a que no desaparezcan. Al consumir a los productores locales de manera directa; evitamos que ellos quienes trabajan las tierras, tomen la decisión de hacer a un lado sus cultivos y siembren pavimento; creando viviendas de mala calidad a precios enormes por parte de constructoras foráneas. Recuperemos un poco del valor de identidad apoyándonos entre nosotros mismos. De verdad, vale la pena, hasta la próxima.