El presidente de la Mesa Directiva encabezó, junto con el alcalde de Tlaltizapán de Zapata, Gabriel Moreno, la conmemoración del 107 Aniversario luctuoso de los Mártires del 13 de agosto.
Tlaltizapán de Zapata.- Al encabezar en este lugar la Ceremonia Cívica del 107 Aniversario Luctuoso de los Mártires del 13 de agosto, el presidente de la Mesa Directiva Francisco Erik Sánchez Zavala, afirmó que sujetarse “a la Constitución y a las leyes, la práctica del diálogo que conduce al acuerdo, el respeto a la división de poderes y a las facultades que las diversas autoridades ejercen de acuerdo a la ley, así como honrar los compromisos en favor de Morelos, son la vía para el progreso de los pueblos”.
A nombre del Congreso del estado, ante la diputada Veronica Anrubio Kempis, representante del Décimo Distrito Electoral local, y los diputados Eliasib Polanco Saldívar, Alberto Sánchez Ortega y Ángel Adame Jiménez, así como el Cabildo de Tlaltizapán de Zapata que preside Gabriel Moreno Bruno y familiares de los Mártires de Tlaltizapán; Sánchez Zavala dijo que “la desunión, la división entre morelenses y los apetitos insanos de promover intereses personales o de grupo, siempre conducirán al atraso y a la posposición de las soluciones”.
Por ello expuso que, desde el Congreso del estado “las y los diputados seguiremos unidos en lo esencial, con nuestras naturales diferencias ideológicas, pero nunca propiciando condiciones de división o de ruptura que lastimen el orden constitucional; el camino es claro: la observancia de la Constitución y de las leyes, que eleven la convivencia política y social de las y los morelenses”, y ante ello no deben claudicar en sus propósitos de representar los legítimos intereses del pueblo de Morelos, con una visión federalista, democrática y de justicia social.
Indicó que, esta fecha en la que murieron 180 personas inocentes, aunque algunos historiadores ubican la cifra en más de 250, es un día de luto y memorial por la pérdida de vidas de quienes que cayeron abatidas por las balas asesinas de un ejército y un gobierno cegados por la consigna de acabar con el movimiento del Gral. Emiliano Zapata Salazar.
No vivimos momentos iguales a los que se vivieron durante los primeros 30 años del siglo XX; sin embargo, los intereses y las pasiones, llevados al extremo, prevalecen y provocan perjuicios a la población civil, que tiene que sufrir los excesos de quienes ostentan la alta responsabilidad de gobernar, consideró.
“A los Mártires de Tlaltizapán hoy y siempre los mantenemos en nuestro recuerdo; su sacrificio nos enseña a todas y todos, pero sobre todo a las mujeres y hombres que ejercen el poder público, que por más grandes que sean las diferencias existentes, lo que debe prevalecer es la unidad en la diversidad, en beneficio de las generaciones de nuestros morelenses”, subrayó.
A nombre del Cabildo y con la presencia de comisariados ejidales, ayudantes municipales, familiares de los abatidos, integrantes del Frente Zapatista y funcionarios municipales, el presidente municipal Gabriel Moreno se refirió a los “hombres mujeres y niños que sacrificaron su vida para proteger al Gral. Emiliano Zapata Salazar”, cuando en 1916 Tlaltizapán se convirtió en el objetivo principal del gobierno carrancista al ser el cuartel principal del Zapatismo.
Al reseñar los sucesos de aquel 13 de agosto de 1916, parafraseó al historiador tlaltizapanense Ricardo Zúñiga para destacar que “un pueblo que no conoce su pasado es un pueblo huérfano de ideas, es huérfano de futuro”, por lo que –indicó- “buscamos que la historia sea recordada y valorada por las nuevas generaciones, porque los principios que llevaron a cientos y a miles de personas a dar su vida por la Revolución, no deben perderse, porque ser revolucionarios es nuestro legado”
En ese contexto, apuntó que “la revolución que ahora peleamos no es con armas ni con sangre, es una revolución de conciencias, de principios y con valores que nos hagan volver el rostro a lo que realmente importa: el pueblo, el bienestar y el progreso”. Gobernar para el pueblo junto con el pueblo, es una única manera en que podemos honrar genuinamente la vida y la muerte de los revolucionarios, de los Mártires del 13 de agosto, finalizó.