Hola amigos, pues nada… es impensable el dolor que deben literal tener estas MADRES BUSCADORAS para seguir aferrándose a encontrar como ellas dicen “Aunque sea un huesito, o un pedazo de ropa que me de paz y tranquilidad”. En redes circula esta foto de una de ellas y la historia es por demás estremecedora.
Nora, una madre desesperada por encontrar a su hija desaparecida, buscó durante dos años incansablemente a Fernanda, su hija, quien desapareció un 02 de octubre de 2018.
La desaparición de su hija, la armó de valor para formar un colectivo de búsqueda de desaparecidos y durante dos años, salió a campo a buscarla por su cuenta y con sus propios recursos, a ella y los cientos de desaparecidos del municipio de Cajeme, Sonora. Se cansó, lloró, gritó, se desesperó, e inclusive enfermó, quiso abandonar todo, pero la promesa que le hizo al recuerdo de su hija la mantenía en pie para continuar buscándola. Ella la quería de vuelta, como todos, en vida, sin embargo, el 19 de marzo dio con sus restos. Le tocó sacar a Fernanda, parte por parte de una tumba clandestina, tomarla con amor y limpiar cada hueso que encontró de ella, situación que ninguna madre debería de vivir, nunca…Al final pudo decir: «Tú Mamá te encontró ya llegue por ti, ya nos vamos»
Ojalá en algún momento no tengamos que padecer esta penumbra en vida. Y desde este mi espacio, ojalá aquellos familiares que buscan a algún ser querido desaparecido; le encuentren pronto para que con su alma y corazón le den digna sepultura y encontrar un poco de paz… Hasta la próxima.