El día que los líderes mundiales le pusieron una correa a la inteligencia artificial

Si hace unos años alguien nos hubiera dicho que veríamos a 100 países sentados en la misma mesa para ponerse de acuerdo sobre cómo regular algo que ni siquiera existía comercialmente, le habríamos recomendado bajarle a las películas de ciencia ficción. Pero aquí estamos, febrero de 2025, con La Cumbre para la Acción en Materia de Inteligencia Artificial, un evento que ha conseguido lo que parecía imposible: que países con agendas tan dispares como Estados Unidos, China y la Unión Europea digan «sí, quizás deberíamos poner algunas reglas antes de que esta tecnología se nos vaya de las manos».

«La IA no es solo tecnología, es una responsabilidad social» Jean-Noël Barrot,

La cumbre, organizada por Francia en colaboración con organismos internacionales, reunió a representantes de alto nivel para abordar lo que muchos consideran el desafío tecnológico más importante de nuestra era. Y no, no estamos exagerando.

«América Latina tiene un papel clave en esta revolución, pero necesitamos más inversión y cooperación» Alejandra Lagunes, coordinadora de la Estrategia Digital Nacional de México.

Lo que se cocinó en los pasillos de París

«Debemos evitar un mundo de ricos y pobres en materia de IA» António Guterrez

La cumbre tenía un objetivo tan ambicioso como necesario: establecer un marco internacional para el desarrollo responsable de la IA. Vamos, básicamente, pedirle a la tecnología más disruptiva de nuestro tiempo que, por favor, traiga manual de instrucciones y etiqueta de advertencias incluida.

Ejes estratégicos

  • La IA en beneficio del interés público
  • El futuro del trabajo
  • La innovación y la cultura
  • Una IA fiable
  • La gobernanza mundial de la IA.

Quién es quién en la mesa de decisiones

País/Región Representación Postura destacada
Unión Europea Alto nivel ministerial Regulación proactiva con enfoque en derechos humanos
Estados Unidos Delegación gubernamental Innovación con salvaguardas, sin sobreregulación
China Representantes oficiales Desarrollo soberano con cooperación internacional
Reino Unido Delegación ministerial Liderazgo en estándares éticos de IA
Japón Delegación gubernamental Enfoque centrado en el humano y cooperación técnica
Canadá Representantes oficiales Prioridad en la inclusión y diversidad en IA
India Delegación técnica Desarrollo de capacidades y reducción de brechas digitales
Francia (anfitrión) Presidencial y ministerial Impulso al consenso global y marcos comunes

América Latina y México: «Gracias solo estamos viendo».

Si algo quedó claro en esta cumbre es que América Latina no quiere ser solo un espectador en la revolución de la IA. La región estuvo representada por varios países, entre ellos México, Brasil, Chile y Colombia, mostrando un interés creciente por no quedarse atrás en esta carrera tecnológica.

México, en particular, mantuvo una postura interesante. Aunque no lideró las conversaciones, su delegación hizo hincapié en la necesidad de que los países en desarrollo tengan acceso a las herramientas y conocimientos para implementar soluciones de IA. La posición mexicana se alineó con otros países latinoamericanos en la preocupación por la brecha digital y cómo la IA podría ampliarla si no se toman medidas adecuadas.

En los días previos a la cumbre, instituciones académicas mexicanas como la UNAM y el Tecnológico de Monterrey habían manifestado la importancia de que el país participara activamente en estos foros internacionales para asegurar que las regulaciones no limiten las oportunidades de innovación en economías emergentes.

¿Y ahora qué? El futuro post-París

La cumbre concluyó con compromisos que, para ser honestos, son más declaraciones de buenas intenciones que planes concretos de acción. Pero hey, en el mundo de la diplomacia internacional, conseguir que todo el mundo firme un papel diciendo «intentaremos no destruir el mundo con la IA» ya es un gran paso.

Lo realmente interesante vendrá en los próximos meses, cuando veamos si estos acuerdos se traducen en regulaciones nacionales, en inversiones en investigación ética, o simplemente en bonitos discursos que se llevarán el viento mientras las grandes tecnológicas siguen haciendo de las suyas.

La realidad es que estamos ante una encrucijada histórica: por primera vez, la humanidad está intentando anticiparse a una tecnología potencialmente disruptiva antes de que cause problemas irreversibles. Y eso, amigos lectores, no es poca cosa.

Mientras tanto, aquí seguiremos, entre fascinados y preocupados, viendo cómo nuestros asistentes virtuales se vuelven cada día un poco más listos y preguntándonos si deberíamos empezar a tratarlos mejor, por si acaso.

¿Y tú qué opinas? ¿Crees que regulaciones internacionales como las propuestas en la Cumbre de París serán suficientes para garantizar un desarrollo seguro de la IA, o piensas que la tecnología siempre irá un paso por delante de cualquier intento regulatorio? Déjanos tu opinión en los comentarios y no olvides compartir este artículo si te ha resultado interesante. Que la IA no te quite el sueño… al menos por ahora.