La paridad de género ha surgido como un elemento crucial en medio de las disputas, ya que las autoridades electorales exigen la presencia de mujeres en al menos cinco de las nueve entidades en disputa.
La selección de candidatos se ha convertido en una estratégica partida de ajedrez, donde no solo importa quién gane la encuesta interna en cada estado, sino también la competitividad de las mujeres frente a sus rivales.