El Consejo de Seguridad Nacional ha confirmado que un Objeto Volador No Identificado (OVNI) fue derribado por aviones de caza del Comando Norte cerca de Alaska el 9 de febrero. Según el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, la decisión la tomó a petición del Presidente Biden por recomendaciones de expertos del Pentágono, ya que el objeto representaba una «amenaza razonable» para la aviación civil.

Aunque el tamaño del objeto, que fue descrito como similar a un «coche pequeño», es diferente al de un globo espía chino recientemente derribado, los detalles sobre su capacidad, origen o propósito son limitados. Los restos cayeron en agua congelada en Alaska, y se está llevando a cabo una operación de recuperación por parte del Comando Norte, la Guardia Nacional de Alaska, la Administración Federal de Aviación y el FBI.

El General Pat Rider, portavoz del Pentágono, informó que se está trabajando para identificar los restos que cayeron al fondo del mar y serán enviados a un laboratorio para su análisis. Sin embargo, el Pentágono no puede proporcionar detalles adicionales sobre el objeto debido a motivos de «seguridad nacional».